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Sandos Caracol, un paraíso natural

Pocos hoteles de Cancún combinan con tanta maestría el descanso con ecología. Así lo hace Sandos Caracol, un paraíso natural.

De Sandos Caracol te hablaremos mucho en TuriTips, pero si hay un tema con el cuál empezar y que te maravillará en tu visita a este bellísimo hotel todo incluido es su oferta de relax en la naturaleza.

Su equipo de servicio, directivos y socios te presumirán el esfuerzo que aquí hacen para impactar lo mínimo en la naturaleza.

Con salida a la playa y prácticamente de cara a la isla de Cozumel, decir que titular esta nota como “Sandos Caracol, un paraíso natural” no es un gancho publicitario. ¡Es la realidad!

El Aqua Park de Sandos Caracol cuenta con espacios para todas las edades.

Para los niños

Comencemos por lo básico. El hotel es de corte familiar, por lo que encontrarás un ambiente donde los niños lo pasarán como reyes, con espacios diseñados para ellos y actividades donde podrán desarrollar su imaginación rodeados de color.

¿Imperdibles si van en familia? Disfruta del Sandos  Aqua Park y súbete al Kamikaze, el tobogán favorito del staff de TuriTips. Es divertido y para todas las edades, aunque hay un área especialmente diseñada para niños pequeños.

Y si van niños, con más razón podrás darte una vuelta por el Kids Club, pensado para pequeñuelos de 4 a 10 años, donde podrán hacer desde manualidades hasta mini yoga, además de área de juegos, futbolito, videojuegos y programas especiales.

Si llevas niños de 2 y 3 años también pueden permanecer, pero siempre acompañados de padreo tutor.

 

Monos araña, mapaches y coatiés, parte de la fastuosa vida salvaje que habita en la propiedad.

Y para el futuro

Abrazado por la selva de Quintana Roo, Sandos Caracol presume su riqueza natural a cada paso que emprendas. Basta con decir que la propiedad cuenta con varios cenotes, incluyendo el gran Cenote Cristalino, justo detrás del lobby principal, tan refrescante como asombroso.

¿Te gusta caminar? Recorre el sendero  que te permitirá sumergirte en el mangle que rodea la propiedad, con sus árboles de fascinantes formas retorcidas y la vida que lo habita.

Sí, porque aquí hay mucha, pero mucha vida. Traviesos mapaches, tiernos coatíes y divertidos monos se pasean por las instalaciones del hotel.

¡Ojo! La vida salvaje podrá aparecer en tu viaje, pero no debes alimentarla (puedes enfermarlos) y menos tratar de tocarla (pueden asustarse). Si bien estos animalitos ya están acostumbrados a la presencia humana, no son domésticos. ¡Observarlos es el regalo!

El hotel impulsa además el consumo responsable de luz, programa de reciclaje y el programa de “Planta un árbol”, entre otros.

¿Ganas de conocer? Reserva aquí las vacaciones de tus sueños.